El año pasado Paula eligió su propia tarta: primero decía: "me da igual, que esté rica", después: "bueno de Kitty estaría bien", y al final, cuando vio la tarta puso una cara de sorpresa que todo el esfuerzo mereció la pena.
Todo empezó amenizando los cumpleaños de nuestros niños y luego pensamos: ¿Porqué no alegrar a otros niños también? Ahora realizamos talleres en los que te enseñamos a hacer todas las "obritas de arte" que hemos aprendido en cursos, libros, revistas y otros blogs. Y si no te atreves o no te apasiona pasar unas horas en la cocina, nosotros lo hacemos por ti.
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